Cancún.- El oceanólogo Jorge García Treviño, reconoció que hay pérdida de playas toda vez que la situación climática provocada por el calentamiento global, provoca cambios en el sistema costero, lo que se traduce en erosión; al hacer diques o muelles, así como construir sobre las dunas, esto lo agrava, acentuó.
Indicó que esta afectación varía de acuerdo al sistema costero y citó como ejemplo si la zona es de sustratos (rocosa) o arenosa.
Sobre la necesidad de una nueva planta de tratamiento de aguas negras, para evitar la contaminación del sistema costero, comentó que se hace urgente este tema, especialmente cuando se tiene un crecimiento poblacional desmedido y, si no se tiene una evaluación de por lo menos aguas grises que se puedan verter al mar, “eso nos afecta mucho; aunque el mar mantiene un equilibrio, cuando tenemos más materia orgánica en suspensión, se generan las urgencias cuando se sobrepasan los niveles de contaminación y afecta a los organismos.
Indicó que se sabe que hay vertederos de aguas no controladas hacia el medio (mar) y que llegan directamente a los arrecifes, mismos que generalmente salen de hoteles y viviendas; de ahí la necesidad de construir una nueva planta de tratamiento para captar esas aguas y frenar la contaminación marina.
Al referirse a la contaminación por agua estancada en la laguna Nichupté, indicó que este cuerpo de agua tiene dos alimentadores: el canal de Playa Linda y el de Nizuc, lo que permite la circulación del agua, pero hay zonas donde se estanca y eso genera ácido sulfídrico, por lo que recomendó como especialista que sería importante meter un alimentador de agua o emisores submarinos para que se recicle, por lo que se pronunció porque las autoridades ambientales reactiven estos mecanismos.
Sobre la pérdida de arenales, cabe recordar que el gobierno de Cancún invirtió 110 millones de dólares en la recuperación de playas entre 2005 y 2013, según un estudio de Jennifer Ruiz de la Universidad Autónoma de Quintana Roo. En 2020, programó otros 147 millones de dólares a cuatro proyectos del mismo tema para Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, que estaban parados en aquel momento por falta de financiamiento, pero se suspendió debido a la pandemia.
Además que la construcción inmobiliaria sobre las dunas ha cortado el ciclo natural de la formación de las playas y ha detonado una pérdida drástica, dijo y citó como ejemplo a Puerto Morelos, donde se pierden hasta 4.9 metros por año.
Datos de distintos investigadores citados en el estudio de Ruiz indican que el nivel del mar en Quintana Roo subió entre 1.7 y 2.8 milímetros por año entre 1994 y 2015, aproximadamente el equivalente a un 4 cm.
Según la regla del investigador danés Per Moller Bruun, la orilla de la playa retrocede entre 10 y 50 veces lo que aumenta el nivel del mar, dependiendo de la inclinación de la playa; entonces la pérdida de playa en esta zona costera de Quintana Roo pudo ser de 40 centímetros hasta 2 metros en el referido periodo.