Cancún.- A diferencia del más nuevo panteón “Los Olivos”, en el Panteón Municipal ubicado en la avenida José López Portillo es casi nula la afluencia de personas que acuden a visitar a sus fieles difuntos, cuyas tumbas están en su mayoría en mal estado o incluso derruidas o invadidas de vegetación.
Al ser el panteón más antiguo de la ciudad, sin recibir ya inhumaciones, los familiares de quienes están enterrados aquí ya se fueron de la ciudad, a su vez fallecieron o simplemente ya olvidaron a sus difuntos.
Personal del lugar aceptó que este cementerio es el que menos recibe visitas en estas fechas, pese a lo cual asignaron a agentes de Tránsito para que cierren un carril y faciliten el acceso de quienes sí acudan.
Una de estas personas fue Guillermo Ké, quien acudió a dejarle flores a su madre, quien falleció hace más de una década. Sin importar el tiempo transcurrido, señaló, él siempre acude a recordarla en estas fechas.
El cancunense aceptó que el panteón ya luce en mal estado, con muchas lápidas destruidas, tumbas sin nombre o ya invadidas de raíces.
Personal del lugar indicaron que no es mucho lo que podía hacerse, pues no pueden retirar estos restos.
También notorio en el lugar son las huellas de vandalismo, posiblemente rituales de brujería o de creencias similares, realizados por quienes aprovechan la ubicación céntrica y la escasa vigilancia del lugar.
