El lujoso hotel Azulik de Tulum continúa acumulando denuncias en su contra por varias irregularidades contra sus trabajadores.
El complejo ubicado en la zona más cotizada de la Riviera Maya, es señalado por retener el pago de sus empleados, no entregar finiquitos conforme a la Ley, no generarles antigüedad y no otorgar las prestaciones mínimas.
Quinta Fuerza entrevistó a excolaboradores del Azulik, quienes al tener un proceso laboral abierto contra el hotel, pidieron reservar su identidad.
“No nos daban recibo de nómina y todo era a través de transferencias para evadir impuestos. Usan diferentes razones sociales y pagadoras para no entregar recibos y que no generemos antigüedad”, comentó uno de los agraviados.
Precisaron que hay más de 70 personas con finiquitos detenidos, pues les ofrecen menos de lo que les corresponde.
El apoderado legal José Eduardo Silva les cita para amedrentarlos y condicionar un pago mínimo a cambio de que firmen, e incluso les amenazaba con boletinarlos para que no pudieran volver a trabajar en la hotelería.
“Si les tocaba 15 mil de finiquito solo les ofrecían 6 mil”.
Al trabajar con varias pagadoras, les dan de alta y baja en el IMSS de manera constante. Esto ya ocasionó problemas pues una empleada tuvo un accidente y resultó que no estaba afiliada al Seguro Social.
Están en desprotección. Guillermo Fuentes Ramírez, Director Financiero es acusado de elegir a quien se le paga y a quien no.
Quienes levantan la voz son dados de baja de manera inmediata.
Aunque no pueden denunciar de manera colectiva, de forma individual al menos 20 personas ya mantienen querellas contra el Azulik Hotel.
Esta cadena continúa invirtiendo en otros destinos como Francisco Uh May y hasta Arabia Saudita por lo que si cuenta con capital para primero pagar sus deudas.
“Las condiciones son deplorables. Ni siquiera a los proveedores les pagan, es más fácil contratar nuevos proveedores”.
Riesgo para los huéspedes y comensales
Asimismo, los congeladores no funcionan bien por lo que es un riego consumir alimentos ahí, acusaron. El producto no está en temperatura, es de baja calidad y se sirve a los huéspedes.
Cofepris estuvo a punto de suspender los centros de consumo por falta de sanidad, situación que fue arreglada con un soborno.
Al no haber sanidad, la proliferación de roedores ya es permanente, reciclando los directivos botes de avena que ya habían sido “degustados” por ratitas.
