Hace unos días versiones periodísticas indicaron que en Tulum elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo se habían entrevistado con un presunto criminal, el supuesto sobrino de Rafel Caro Quintero, y a quien según habrían dejado ir a cambio de un millonario soborno.
En respuesta a estas publicaciones, el fiscal Raciel López Salazar dio su versión de los hechos. Explicó que nunca se trató del capo criminal en cuestión, que era otra persona. Y añadió que tampoco era cierto que portaba un arma. Eso sí, dejó claro que se seguirá investigando a esta persona, Efraín “N”.
“En días pasados se difundieron publicaciones a través de diferentes medios de comunicación locales y nacionales que se dieron a la tarea de descalificar y manipular información que circuló en redes sociales; señalaban la detención y liberación de José G. N., un importante líder criminal por parte de la Fiscalía del Estado a cambio de 15 millones de pesos que supuestamente entregaron a los policías ministeriales”, detalló el funcionario.
Hace referencia a lo acontecido en un restaurante de Tulum el pasado 9 de octubre, poco después de las 4:00 pm, cuando se reportó la presencia de una persona armada que aparentemente había agredido a una mujer con su hijo.
“Al lugar de los hechos acudieron la Policía Municipal y la Policía de Investigación de la Fiscalía del Estado. Se revisó a una pareja por considerarla sospechosa, tanto las pertenencias como el vehículo, sin haberles encontrado ninguna arma o indicio del delito. En la denuncia se describe al presunto agresor el arma con barba de candado, camisa blanca, pantalón de mezclilla y gorra color claro y que iba en una camioneta gris Nissan”.
DESCRIPCIÓN Y RASGOS NO COINCIDEN
La descripción no coincidía con la persona presuntamente buscada, “ya que esta llevaba playera gris, pantalón tipo gabardina color caqui, con barba espesa y completa; además su vehículo es un Volkswagen azul marino modelo 2012”.
Pese a que la descripción no coincidía, los policías de Tulum y de Investigación de la Fiscalía procedieron a la revisión y entrevista del presunto sospechoso para prevenir y descartar la comisión de alguna actividad ilícita.
Y hubo una confusión, porque elementos dijeron al vicefiscal que se trataba de José G. N., pero no era así. Ante ello y a fin de descartar esa versión, se hizo un peritaje.
“Se realizó un dictamen pericial en materia de identificación humana con metodología científica, consistente en una comparación de rasgos faciales entre la persona que se encontraba en el restaurante y el objetivo prioritario; habiendo llegado a la conclusión nuestro perito oficial de la institución que no se trata de la misma persona que se refiere en algunos medios de comunicación”, indicó López Salazar.
Finalmente, el fiscal recalcó que la persona que se encontraba en el restaurante de Tulum no era el objetivo prioritario, el sobrino de Caro Quintero. Pero pese a todo, continuarán investigando a Efraín “N” y a los policías municipales y de Investigación que participaron en el caso.
