De acuerdo con el director general de Protección Civil de Benito Juárez, Antonio Riveroll Ribbon, desde el día uno de emergencia por el huracán “Otis” en Acapulco, estaban listos para enviar rescatistas y personal de apoyo, sin embargo, el Sistema Nacional de Protección Civil les ordenó enviar víveres como prioridad, antes que enviar personal.
“Quiero ser muy puntual, nosotros desde el día uno a las 8:00 de la mañana, teníamos listas las brigadas, tanto con la presidenta municipal como con la gobernadora traemos una relación muy estrecha con la Coordinación Estatal de Protección Civil, para empezar a integrar las brigadas, pero recordemos que nosotros nos guiamos por un Sistema Nacional de Protección Civil, y ellos son los que nos dan la pauta de cómo ir accediendo a cada punto”, explicó.
Riveroll Ribbon informó que tenían preparados seis elementos de Protección Civil, seis elementos de bomberos y un grupo aproximado de 10 voluntarios que querían ir; sin embargo, el gobierno federal les indicó que no era posible enviar apoyo humanitario, ya que eran muchas las complicaciones logísticas.
“Cuando nosotros nos ponemos a las órdenes, a las 8:00 de la mañana del huracán, nos dicen, ‘no hay comunicaciones, hay que esperar a ver qué es lo que sucedió y hacer una evaluación de daños’; porque si yo mando perros de búsqueda, gente con equipo y ese equipo no les sirve, pues de nada sirve mandar a la gente”, aclaró.
Recordó que tras el paso de “Otis” por Guerrero no había sistemas de comunicación ni vías de acceso, por lo que sólo se les solicitó víveres y equipo. El envío de voluntarios complicaba más la situación en Acapulco, pues no había dónde alojar a las personas, tampoco era fácil garantizarles los respectivos alimentos.
“Aunque se pueden quedar en casas de campaña, las necesidades básicas seguían y se tendría que haber mandando víveres para ellos, pero la prioridad era la gente de Acapulco, para que tuviera algo que comer y no tanto grupos de búsqueda porque ya los tenían”, concluyó el servidor público.