El Tren Maya,el megaproyecto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido construido en su mayoría sin permisos ambientales y en zonas donde no se contaba con autorización para edificar. A su vez, ha provocado una grave deforestación en más de 6 mil hectáreas.
Así lo han señalado diversos grupos ambientalistas como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), que han señalado que aproximadamente cerca de 900 árboles fueron talados por cada hectárea devastada.
“¿Fonatur deforestó más allá del uso de suelo? La respuesta es sí. Hay un desacato a la suspensión definitiva otorgada por el Tribunal”, señaló Manuel Llano, comunicólogo y maestro en Antropología Social, y desarrollador de la plataforma CartoCrítica, que midió el impacto del Tren Maya en la Península de Yucatán.
Resaltó que los tramos 6 y 7 a cargo de la Sedena no cuentan con autorización alguna, lo que no ha impedido que se realicen las obras.
“Es una presunta deforestación ilegal, y es desacato, porque un juez ya le instruyó a Fonatur que no puede seguir desmontando”, puntualizó.
Sobre la deforestación, añadió que según sus mediciones, tan solo en junio se han devastado 104 hectáreas, “de las cuales solo una cuenta con autorización de cambio de uso de suelo”. Y recalcó que no se trata de opiniones sino de datos duros e imágenes satelitales que muestran el impacto que ha generado el Tren Maya en la zona.
PROYECTO ACELERA LA DEFORESTACIÓN
Por su parte, Sergio Madrid, ingeniero agrónomo y director del Centro Mexicano para la Silvicultura Sostenible, habló de cómo el Tren Maya ha acelerado los procesos de deforestación en la Península de Yucatán, en la cual también han contribuido hoteles y otros proyectos.
“CartoCrítica ha hecho la estimación de 6 mil 659 hectáreas deforestadas. Llama la atención que el 87 por ciento no cuentan con autorización de cambio de uso de suelo forestal. Es un llamado a Fonatur, Sedena, Profepa, Semarnat. ¿Por qué el 87 por ciento de la superficie deforestada no cuenta con una autorización?”, cuestionó el especialista.
Recordó que la ley prohíbe la deforestación de las selvas y los bosques, sin embargo, ha sido el propio gobierno el que ha incumplido con esta legislación.
El hecho de que no existan estudios ni documentos impide saber a ciencia cierta cuál es el impacto que está teniendo el Tren Maya en materia ambiental, lo que han señalado desde su inicio académicos y activistas.
Fragmenta la selva, destruye el hábitat de cientos de especies, contamina los cuerpos de agua, destruye cavidades subterráneas, rellena humedales e interrumpe el flujo natural del agua. Todo eso ha provocado el Tren Maya, alertaron los ambientalistas.