Un turista que está de visita en Quintana Roo puede llegar a consumir hasta 3 mil litros de agua durante un día, una cifra muy por encima de los 60 litros diarios que recomienda utilizar la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante esta situación, ambientalistas advierten de la importancia de concientizar a los visitantes nacionales e internacionales sobre el ahorro del agua, pero también poner atención a lo que consumen los habitantes de la entidad.
El riesgo, advierte Alejandro López Tamayo, director de Centinelas del Agua, es que podría llegarse más adelante a algo que él denomina “pobreza hídrica”, es decir, escasez del líquido.
Remarcó que las decisiones que se tomen y las acciones que se implementen a corto plazo serán decisivas para ver si se mejora la situación o se torna aún más compleja.
Añadió que si un turista que viene a Quintana Roo puede llegar a consumir unos 3 mil litros de agua al día, un residente del estado puede llegar a ocupar unos 300, cifra que es cinco veces mayor a los 60 que recomienda la OMS.
El ambientalista destacó que en 2018, el agua disponible en el acuífero de la Península de Yucatán era de 5 mil millones de metros cúbicos. Para el año pasado la cifra disminuyó y era de solo 2 mil millones.
“No quiere decir que se acabó, solo que se concesionó. La que aún queda disponible es de solo 2 mil millones”, puntualizó López Tamayo.
Cabe recordar que según datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo (Sedetur), antes de que concluyera el 2023 la entidad había superado la cifra de las 130 mil habitaciones disponibles para los visitantes. De ahí la importancia de concientizar sobre el uso responsable del agua en resorts que en promedio tienen una ocupación por arriba del 70 por ciento anualmente.
A ello hay que agregar las denuncias de ambientalistas, quienes han señalado cómo las obras del Tren Maya están afectando el Gran Acuífero Maya, lo que advierten, traerá problemas tarde o temprano, pues ya se han detectado derrames de cemento y corrosión.
Por su parte, algunos hoteles de Quintana Roo han empezado a tomar acciones a fin de reducir el consumo del agua, como por ejemplo dejar de cambiar las toallas y sábanas a diario, colocando letreros que invitan a los huéspedes a ahorrar agua y otros incluso están tratando y reutilizando aguas residuales. Eso sí, los esfuerzos son insuficientes ante el gran consumo de agua en la “industria sin chimeneas”.