Cancún.- En los seis años de la pasada administración estatal, los encargados del Instituto de Cultura y las Artes (ICA) dejaron que se perdiera la infraestructural cultural del estado, afirmó su titular actual, Lilian Villanueva Chan, quien criticó la forma “lastimosa” como destruyeron las escuelas y casas culturales.
En entrevista, la funcionaria estatal señaló que únicamente la biblioteca de Chetumal recibió inversión, pero los otros 27 espacios están cerrados y en deplorables condiciones.
La directora, quien ocupó este cargo igualmente hace dos gobiernos, defendió que ella hace seis años dejó todos los espacios operando, salvo precisamente por la biblioteca de Chetumal, en donde se habían reventado ya las varillas. Ya había hecho las gestiones ante la Federación, pero no tuvo tiempo suficiente para conseguir un nuevo espacio, quedando ese proyecto pendiente.
Sin embargo, continuó, vino gente de la Federación a hacer una auditoría, y separar los libros que eran útiles, los que fueron empacados y guardados con deshumificador.
“Hoy me entero que todos esos libros ya no existen. Se pudrieron, y me lo quieren achacar a mí, cuando yo no estuve al frente esos años”, declaró.
“En lugar de criticar a la que hace seis años se fue, mejor ponte a chambear”, añadió, sin mencionar a su antecesora por nombre (la perredista Jacqueline Estrada Peña).
Lilian Villanueva indicó que ya pidió fotos e informes de todos los espacios, que visitará en persona esta semana, pero “no hay buenos augurios”, pues están cerrados y los que ya ha visto, en Chetumal y Bacalar, están en mal estado.
Así, el Museo de Bacalar, que es más visitado y el que más recursos debiera ingresar, tiene cubetas para las goteras por doquier.
“No se vale, son espacios que ingresan recursos con los que tal vez no puedas remodelar, pero sí alcanza para mantenerlos de manera decente”.
Las escuelas de arte fueron dejadas con una matrícula superior a 600 alumnos, pero actualmente tienen menos de 100 alumnos, en parte debido a sus deplorables condiciones, ni siquiera aptas para tener a niños, como la Escuela de Música, sin agua potable, electricidad y con registros rotos, en los que se puede caer un menor de edad.
“O sea, un lugar sin agua… yo no dejaría que mi hijo tomara clases allí”, dijo.
La directora dijo creer que fueron seis años en los que se dejó caer la infraestructura. Después añadió que lastimosamente se había destruido el trabajo realizado para integrar comunidades a través del arte.
Toca ahora un proceso probablemente lento y en etapas, para ir abriendo estos espacios y para reiniciar las actividades artísticas populares, no solo de élite, sino para todo el pueblo, lo que dijo es la indicación que le dio la gobernadora Mara Lezama Espinosa.
“Es difícil, pero lo debemos lograr, pues para eso nos dieron la confianza”, indicó.
Cuestionada sobre una auditoría sobre el uso de los recursos, señaló que es algo que lo marca la ley, y que sí debe revisarse, pues es dinero del pueblo.
En lo que ha revisado, dijo, el ICA maneja 62 millones de pesos, para nómina y básicos, algo que tendrá que reubicar, pues si no hay dinero para operar, no tiene sentido tener tanto gasto administrativo.