Cancún.- Después de tres años de pandemia, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe vive un “despertar”, con una mucha mayor afluencia de feligreses, peregrinos y antorchistas, la que culminará con las mañanitas la noche del 11 y las seis misas programadas para este 12 de diciembre.
Rafael Ruiz Padilla, sacerdote adscrito a este santuario, indicó que desde la llegada del COVID-19, las actividades habían estado muy “frenadas”, pero al controlarse más esa situación, han visto muchísimos más creyentes, en especial antorchistas, pues ya les ha tocado bendecir a seis caravanas.
También acuden diversos gremios y grupos guadalupanos a recibir su bendición en este espacio, que ya tuvo su concurso para elegir a la embajadora de la virgen (equivalente a una reina).

Las actividades continuarán, hasta el 11 de diciembre, que es cuando se hará una misa de la noche, a las 22 horas, con la asistencia del obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas. Acto seguido, inician los cantos de las “mañanitas” a la Virgen.
Antes de la pandemia, gente llegaba durante toda la noche hasta el amanecer, recordó el religioso, algo que cesó abruptamente por causa del COVID-19. Todo indica que este año será retomada esta tradición, afirmó.

El 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, habrá seis misas a lo largo del día en el santuario, que además atenderá a peregrinos. Los servicios tendrán los siguientes horarios: 7:30, 9, 10:30, 12, 13:30, 17, 18:30 y 20 horas. Ruiz Padilla no descartó otra misa a las 9 de la noche, en caso de llegar más feligreses.
El sacerdote dice ignorar cuánta gene arribe, pues lo hacen en grandes grupos “y no los contamos”, pero es un hecho que ya la afluencia es muchísimo mayor a la de los dos años anteriores.
No obstante, el cura aclaró que no se trata solo de gritar “¡Viva la Virgen de Guadalupe!”, pues los creyentes deben vivir como hijos suyos.
“El guadalupismo debe basarse en el conocimiento, no solo en dar gritos”, sentenció.
Cabe destacar que en las afueras de este templo, ya están instalados múltiples puestos que venden principalmente ropa para niños de San Diego o de Adelita, así como sombreros, jícaras, huaraches y similares.