Kantunilkín.- Después de tres años de pausa, a causa de la pandemia, hoy arrancaron las fiestas tradicionales de esta ciudad, en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción, con el corte de una ceiba, el árbol sagrado de los mayas.
El ejemplar elegido fue sacado del domicilio de un ciudadano local, Juan Castro Loría, después de una ceremonia maya, para luego ser llevado por las principales calles de Kantunilkín, en medio de una gran procesión. La ceiba fue finalmente plantada en coso taurino, en donde se harán las principales actividades para estos festejos, por las próximas dos semanas.

Fidel Baas Chuc, sacerdote maya encargado de todo este ritual, exhortó a que estos festejos sean realizados en armonía y paz.
Los congregados finalmente atestiguaron el juego de toro, conocido como “baxa wakax”, actividad supuestamente prohibida por ley, pero tolerada por las autoridades municipales.