Playa del Carmen.- La suspensión definitiva otorgada por un juez de Yucatán, en contra de acciones de tala o desmonte en el Tramo 5 del Tren Maya significa que los trabajadores de esta obra “no pueden ni alzar un machete” en esta zona de selva, afirmó José Urbina, integrante de la agrupación “Sélvame del Tren”.
En entrevista, el buzo de profesión afirmó que este amparo fue interpuesto por un vecino suyo, en reacción a la devastación cometida por esta mega obra del Gobierno Federal.
Aunque hace unas semanas obtuvieron una suspensión provisional, los activistas saben que Fonatur no la acató, ya que visitaron una zona de selva hace unos días y al regresar, vieron que ya había sido talado el corredor donde supuestamente pasará este tren.
“Lamentablemente, Fonatur debió solicitar el permiso (de cambio de uso de suelo forestal) antes de derribar los árboles, pero no lo hicieron. Solicitaron y les entregaron uno por un tramo del proyecto, el 15 de diciembre de 2022”, comentó. “Este amparo es por el otro sector que está sin cambio de de uso de suelo y donde no pueden tocar nada”.
La prohibición también impide que el gobierno pueda cambiar el trazo fuera del área donde le fue permitido el desmonte, como ya se ha vuelto común, afirmó.
Para “Pepe” Urbina, este proyecto desde un inicio fue realizado violando la ley, tanto en materia ambiental, como también forestal, y ha sido solo por su inconformidad que han comenzado a “simular” la obtención de permisos, que finalmente no respetan.
El activista dijo saber que esta suspensión solo es válida “hasta que el juez cambie de opinión”, pues ya lo vivieron con los amparos por la falta de una Manifestación de Impacto Ambiental, pero espera que este fallo sea un llamado de atención para que la Profepa acuda al lugar y se ponga a trabajar.
“Si talas en una zona sin permiso, aplican 20 años de veda”, recordó Urbina, citando la ley.
En su opinión, hay un delito cometido al talar sin los permisos respectivos, pero también al efectuar perforaciones e introducir pilotes, pues esta perturbación del manto acuífero no viene detallado en su MIA, lo que significa que incumplen con las condicionantes de la autorización ambiental.
“La Manifestación decía que pondrían un terraplén, no pilotes y menos un puente tirante”, alegó.
Lo más preocupante para ellos, añadió, es que en su última visita, vieron que la tala avanzaba en vía recta hacia la Cueva de las Manitas y muy cerca de la Cueva de Ocho Balas, que supuestamente serían protegidas.
“¿Si sabían que eso estaba allí, por qué talaron en línea recta?”, cuestionó el buzo, quien señaló que o bien es mentira que pretendan resguardar estas cuevas, o bien tendrán que desviar el trazo realizado, lo que significa que talaron de forma innecesaria, y que devastarán otro corredor por la selva.
“Llama la atención que trabajen de manera tan estúpida y absurda”, comentó.
