Cancún. – Ayer se cumplió la primera semana desde que el cubrebocas dejó de ser obligatorio en espacios abiertos o al aire libre en Quintana Roo, siendo cada vez más las personas que hacen efectiva esta nueva disposición.
En el caso particular de la zona centro de la ciudad, sobre la avenida Tulum entre El Crucero y la glorieta de El Ceviche, en los últimos días ha sido más notorio el aumento en el número de peatones que van y vienen sobre las banquetas sin la mascarilla que por más de dos años fue una medida obligatoria dentro del protocolo sanitario contra el COVID-19.
Sin embargo, todavía hay personas que se prefieren mantener el uso del tapabocas como un hábito para prevenir enfermedades respiratorias en general, aunque en menor medida.
De acuerdo con el anuncio del gobernador Carlos Joaquín González, realizado el pasado 20 de marzo, el crubrebocas dejó ser necesario para salir a ejercitarse, al acudir a las playas o mientras caminamos por la calle; no obstante, sigue siendo obligatorio en el transporte público, espacios cerrados como oficinas, supermercados, bancos, tianguis y lugares con aglomeraciones.
Lo mismo aplica para trabajadores de restaurantes, hoteles, personal educativo y personal médico mientras se encuentren en servicio.
En esa ocasión el mandatario estatal enfatizó que esta nueva medida no es definitiva, pues seguirán pendientes al comportamiento del coronavirus durante la próxima Semana Santa y rebrotes en otras partes del mundo.