Cancún.- A pesar de que las zonas irregulares son consideradas de alto riesgo durante la temporada de huracanes, no se cuenta con un conteo de viviendas que se encuentran en esta situación, reconoció Jesús Riverol Ribbón, director de Protección Civil en Cancún.
En entrevista, tras la instalación del Comité de Protección Civil municipal, Riverol Ribbón expresó que el riesgo en esas zonas vulnerables es por los fuertes vientos, más que por las inundaciones o encharcamientos.
“Las viviendas están hechas de guano, teja o mampostería, por lo que algún cable que pueda caer sobre una de estas viviendas es un peligro”, señaló.
Indicó que al arribar el agua a los 50 centímetros y mantearse de manera constante durante 48 se considerara como una inundación, sin embargo, esto es algo que no sucede en el municipio, por eso se habla de encharcamiento, lo cual afecta algunas zonas de la ciudad, pero el peligro mayor es por los vientos, recalcó.
Comentó que en casos de peligro, ante la presencia de un daño al cableado eléctrico, lo mejor es llamar a los cuerpos de emergencia, para evitar poner en riesgo la vida de la población.
El director de Protección Civil pidió a la ciudadanía que mantenga limpia las alcantarillas antes de que inicie la lluvia, lo que ayudará a evitar los encharcamientos, ya que una vez que sube el agua unos 10 centímetros se hace presión a la rejilla y la basura obstruye el paso del agua.
“Quienes siembran árboles que no son de la región los dejan crecer y debido a los vientos que se registran antes de las lluvias, caen esas hojas y tapa las coladeras”, señaló.
En cuanto a los refugios, el funcionario indicó que los 67 refugios habilitados en la ciudad tienen una capacidad para albergar 20 mil personas, en tanto, los 95 refugios destinados para el turismo de la Zona Hotelera tienen capacidad para albergar a 29 mil personas.
Sobre el fenómeno meteorológico que se encuentra en el Atlántico, Riverol Ribbón indicó que este se encuentra muy lejos y tienen un 10% de probabilidad de evolución en 48 horas.
Explicó que en este momento sólo se trata de una zona de inestabilidad, la cual se mantendrá monitoreada.